Optimización térmica para ventanas, puertas y fachadas
Optimización térmica para todas sus necesidades
Al buscar el valor U más bajo posible, muchas veces hay espacio para mejorar los sistemas de ventanas, puertas y fachadas. El primer paso y más importante es aislar los perfiles exteriores de los interiores cortando la conductividad por conducción, no obstante, la radiación y la convección siguen siendo vías de transmisión. La optimización del interior de la zona de aislamiento es fundamental para que el aislamiento sea efectivo. La optimización se puede lograr con uno de nuestros perfiles estándar provisto de cámaras o patas para reducir el flujo de aire y la pérdida de energía, o bien con uno de nuestros tres enfoques que describimos a continuación para optimizar el rendimiento térmico.
Con nuestros tres enfoques de optimización térmica se tienen en cuenta sus necesidades, desde el sistema de producción hasta las consideraciones estructurales y medioambientales. Permítanos trabajar con usted y dar con la combinación correcta de soluciones para que pueda lograr sus objetivos.
Solución integral
A medida que los sistemas de ventanas requieren un ancho mayor el tamaño de las poliamidas aumenta. Sin embargo el hueco generado entre las dos poliamidas es lo suficientemente grande para que lo transmisión por convección persista. Para ello hemos creado un perfil aislante en forma de rejilla que junto con las poliamidas crea cavidades más pequeñas donde la convección se minimiza optimizando así el comportamiento térmico de las ventanas de aluminio de anchos considerables.
Lámina de baja emisividad
Los sistemas de carpintería más avanzados disponen de aletas interiores para frenar el paso de calor por convección. La efectividad de la convección va en función del tamaño del hueco, esto es, a mayor tamaño mayor transmitancia por convección. De ahí la existencia de aletas interiores. No obstante, todavía se puede optimizar más el rendimiento de la ventana añadiendo a la aleta una lámina de baja emisividad denominada “Low-E” reduciendo la emisividad a n=0.02 según la norma EN ISO 10456. Esta sencilla solución es capaz de soportar una temperatura de hasta 200ºC pudiendo soportar tanto el proceso de lacado como anodizado.
Espuma de poliamida
Una interesante opción para reducir el valor térmico de la ventana es insertar espumas en las cavidades generadas por la inclusión de las poliamidas. Muchos sistemas ya disponen de espumas que son insertadas en el perfil una vez ya ensamblados y lacados. Esto acarrea un encarecimiento del proceso y de la gestión. Nuestra respuesta a esta situación es una espuma de poliamida de célula cerrada ya incorporada en la varilla de polimida. Esta solución es resistente a los productos químicos y al proceso de lacado y anodizado. Ofrece un valor lambda de 0.036 W/(mK) y tiene la misma reciclabilidad que la varilla de poliamida.